Nos hemos acostumbrado
a desear los cuerpos
que no saben pensar
es tal vez por eso
es tal vez por eso
que se atrofia el cerebro
y siempre acabamos mal.
de unos labios bonitos
besamos al azahar
bocas que no saben
conjugar una frase
mucho menos rimar.
No sabemos distinguir
entre amor y capricho
y por eso será
que siempre buscamos
nunca encontramos
y seguimos en soledad.
Y yo reflexiono
pues el otoño
se acerca sin más
para atraparnos
en años cansados
sin ninguna piedad.
Que vivir la vida
no es sinónimo
de follársela
pues la buena compañía
y los buenos momentos
nos vienen a dar
esas pequeñas cosas
que da sentido a la vida
y parece felicidad.