Cuidado que si me acerco a ti
puede arder de nuevo Troya
siendo un juguete puedo sentir
como tu alma convulsa reclama mi aroma.
Despacio susurro tu nombre
corroe mi lengua el salado de tu piel
es tu cuerpo el maná en mis noches
mientras busco incansable la leche y la miel.
Yo soy el Vesubio sobre tu cuerpo
tu eres Pompeya que ardes en mí
mi sudor la lava que te consume
tu pecho es el lecho donde dormir.
Son tus gemidos música a mis oídos
tus lágrimas la fuente que calma mi sed
tu pelo mojado la lluvia en mi rostro
tus ojos la prueba sin juicio ni juez.
Voy a mentirte esta noche
jurando que tu boca es la única
haz tu lo propio y dime "te quiero"
que los dos sabemos que no cabe duda.
Perdámonos el respeto
que de eso entendemos un rato
tu voz quebrada de gloria
me da la fuerza para seguir pecando.
Cuidado que si me acerco a ti
será tu cuerpo un nuevo Chernóbil
acabaré extasiado tu mientras inmovil
arrastraré tus ansias en pos de mí.
Y que al llegar la mañana tus pies
caminen opuestos a los míos
que otra boca beba mi saliva
que otras manos guíen tu destino.